Los sistemas de escritura prehistóricos de Creta
Lineal A & Lineal B
La civilización minoica se considera prehistórica, ya que el término prehistórico generalmente se refiere a períodos anteriores a la existencia de registros históricos escritos. Aunque Creta cuenta con ejemplos de registros escritos en dos sistemas —Lineal A y Lineal B—, estos no logran que la época se considere plenamente histórica. El término lineal hace referencia al método de inscribir líneas en tablillas de arcilla húmeda. Las tablillas de Lineal A fueron descubiertas por primera vez en 1900 por Sir Arthur Evans, el arqueólogo británico que excavó Cnoso.
Tanto los sistemas Lineal A como Lineal B fueron utilizados durante el segundo milenio a.C. A pesar de su existencia, este período sigue clasificándose como prehistórico, ya que el Lineal A sigue sin ser descifrado y el Lineal B, aunque sí ha sido descifrado, contiene textos de carácter administrativo más que históricos. La mayoría de las inscripciones en Lineal B consisten en listas relacionadas con ofrendas rituales, inventarios de bienes, equipo militar y otros registros de tipo económico.
La forma más antigua de escritura en Creta es el llamado sistema jeroglífico minoico, que también permanece sin descifrar. La relación entre el jeroglífico minoico y el Lineal A es incierta, aunque probablemente el primero sea anterior al segundo. El Lineal A, que apareció poco después del sistema jeroglífico, se caracteriza por su estructura ordenada y se escribe casi siempre de izquierda a derecha. Este sistema estuvo en uso aproximadamente desde el 1850 a.C. hasta el 1400 a.C. y se cree que representa una lengua propia de la Creta minoica. Sin embargo, también se han encontrado ejemplos de Lineal A en algunas islas del Egeo. Los principales sitios minoicos donde se han descubierto inscripciones en Lineal A incluyen Haghia Triada, Khania, Cnoso, Festos y Malia. Por otro lado, el Lineal B aparece no solo en sitios cretenses, sino también en lugares de la Grecia continental como Pilos, Micenas, Tirinto y Tebas.
El Lineal A es un sistema silábico con más de 90 caracteres, muchos de los cuales son idénticos a los del Lineal B. Este último fue descifrado en 1952 por Michael Ventris, quien determinó que el Lineal B representa el dialecto griego más antiguo conocido: el griego micénico. El Lineal B es, esencialmente, una versión adaptada del Lineal A, con signos que corresponden fonéticamente a sílabas. Los estudiosos han intentado aplicar los valores fonéticos del Lineal B a los textos en Lineal A, permitiendo “leer” este último, pero el idioma subyacente del Lineal A sigue siendo desconocido. Los libros de Peter Van Soesbergen son altamente recomendados para profundizar en este tema.
Los griegos micénicos adaptaron el Lineal A al Lineal B para representar su dialecto griego. El Lineal B estuvo en uso aproximadamente desde el 1400 a.C. hasta el 1200 a.C. y es de gran valor para la lingüística, ya que proporciona información sobre el griego micénico. Elementos de este dialecto arcaico son discernibles en el idioma de Homero, preservados a través de una larga tradición de poesía épica oral.
Además, se han descubierto inscripciones en el idioma eteocretense, escritas con letras griegas, en el este de Creta. El término eteocretense significa “cretense verdadero” en griego antiguo. Estas inscripciones, que datan desde finales del siglo VII o principios del VI a.C. hasta el siglo III a.C., son demasiado escasas para ofrecer información significativa sobre el idioma. La relación entre el eteocretense y el Lineal A sigue sin esclarecerse.
En conclusión, aunque los sistemas de escritura minoicos ofrecen fascinantes vislumbres de la civilización, persisten importantes misterios, especialmente en torno al Lineal A y al idioma hablado por los minoicos. Estos textos no descifrados continúan representando un desafío para los investigadores y un testimonio de la complejidad del antiguo mundo minoico.